Lanzarse a poner unas placas fotovoltaicas en casa no es un asunto baladí porque, entre otras cosas, supone pasar de mero consumidor a productor eléctrico, aprender a cambiar hábitos y responsabilizarse por los usos energéticos, además de una cierta inversión económica que conviene pensar con cuidado. Por eso, desde EnergÉtica